¿Por qué la economía creativa importa para el futuro del trabajo?

NOTA l Ramiro Albrieu l Enero 2023

Este artículo forma parte del libro “INTERSECTING – La economía creativa y el futuro del trabajo, vol. 10”, publicado por Global Solutions. Para acceder a la publicación original cliquea aquí.

El Desafío del Empleo 

 

El futuro del trabajo presenta varios desafíos para la economía global. Uno de los más conocidos es el envejecimiento de la población: para 2050, el 15% de la población mundial (alrededor de 1,5 mil millones de personas) tendrá 65 años o más. En la próxima década, países como China y Brasil, seguirán a Japón y Alemania y comenzarán a experimentar los desafíos prototípicos de las sociedades envejecidas, desde la sostenibilidad del sistema de pensiones hasta la escasez de talento en los mercados laborales. 

 

Sin embargo, hay otro desafío menos discutido que determinará en gran medida si la economía global puede sostener y extender el bienestar ganado durante el siglo XX. Nos referimos a la calidad y cantidad de empleos que se crearán en países de ingresos bajos y medio-bajos en el futuro cercano. Para poner este desafío en perspectiva, entre 2020 y 2030, el Norte Global perderá un 2% de su población en edad de trabajar debido al envejecimiento. En el mismo período, el Sur Global verá un aumento del 17%. De los mil millones de nuevos trabajadores, tres cuartas partes estarán en el Sur Global. África subsahariana será la región más dinámica, con un aumento en la población de 15 a 64 años de alrededor de 720 millones, más que duplicando el tamaño actual de su población en edad de trabajar en solo tres décadas. 

 

Caminos conocidos y caminos nuevos 

 

En el pasado, Europa, Estados Unidos y Japón experimentaron un proceso similar de expansión sin precedentes de la población en edad de trabajar. Estos países y regiones lograron acompañar el crecimiento de la fuerza laboral con una transformación estructural orientada a la manufactura que representó un triple impacto: 

- Generó muchos empleos (directa e indirectamente a través de vínculos de oferta y demanda). 

- Fomentó la innovación y el crecimiento de la productividad. 

- Permitió a estas regiones y países desempeñar un papel privilegiado en la escena internacional. 

 

Pero actualmente la aparición de nuevas tecnologías pone en duda la viabilidad (y deseabilidad) de las estrategias de desarrollo lideradas por la manufactura. Las soluciones tecnológicas impulsadas por la inteligencia artificial, desde la gestión predictiva de inventarios hasta robots a gran escala en las etapas de producción, están revolucionando la manufactura dejando poco potencial para la creación de empleo. Mientras tanto, existen oportunidades cada vez mayores para la innovación y la productividad asociadas no ya con la industria manufacturera (o la agricultura) en sí, sino con la "servicificación" de la economía. Por último, el comercio internacional de bienes manufacturados parece haber alcanzado su punto máximo en la última década, lo que plantea preocupaciones sobre la disociación entre el crecimiento industrial y la globalización. 

 

El poder de la creatividad 

 

Si la creación de empleo a través de la manufactura ya no ofrece un triple impacto en empleo, productividad y globalización, entonces los países de bajos ingresos y medianos bajos deben crear su propio camino hacia el desarrollo y el crecimiento sostenible explorando posibilidades más allá de la industrialización. Los países del Sur Global están pasando por la misma fase demográfica que el Norte Global estaba experimentando alrededor de la década de 1950. Pero para emular el camino de los países de altos ingresos con una transformación estructural virtuosa comparable, necesitan construir un nuevo camino hacia el desarrollo. 

 

Como dirían en Tailandia, el envejecimiento en el Sur Global es "igual, pero diferente". Y aquí es donde entra en juego la economía creativa. Entonces, ¿cómo puede la creatividad ser parte de la solución para este desafío laboral y de desarrollo? 

 

Primero, a medida que se expande, la economía creativa tiene un potencial significativo para crear empleo "a prueba de futuro". De hecho, el sector de servicios es a donde se están trasladando los trabajadores manufactureros desplazados. Si observamos los empleos creativos más allá de su heterogeneidad, podemos ver que se trata de actividades trabajo-intensivas (véase, por ejemplo, el caso indio de Megha Patnaik). A medida que una economía incorpora nuevas tecnologías, algunos sectores tienden a reducir la demanda de trabajo (como es el caso de la manufactura), mientras que otros van en la dirección opuesta. En estos últimos el empleo tiende a ser complementario (en lugar de sustituto) de las nuevas tecnologías. Esto es cierto, por ejemplo, en los sectores de programación y desarrollo, que dependen de diseños de experiencia de usuario o de interfaz de usuario atractivos, al igual que en el desarrollo de aplicaciones o videojuegos, que van más allá de las tareas de programación pura. 

 

En segundo lugar, la economía creativa como sector es "especial" porque desencadena dinámicas de innovación, lo que brinda oportunidades para aumentos de productividad en países del Sur Global. Actualmente, la mayor parte de las ganancias de productividad no se concentra en la industria manufacturera, sino en servicios virtuales altamente calificados. La economía creativa está compuesta en gran medida por sectores de alta productividad y alta innovación si consideramos que abarca el conjunto de actividades creativas en las que como sociedad continuamente participamos. En tercer lugar, la economía creativa está en el centro de un nuevo paradigma de globalización. Los mercados globales más dinámicos son los de servicios intensivos en tecnologías de la información y la comunicación, como la edición, la producción de audio y video, los servicios de información y los servicios profesionales y técnicos, como la arquitectura, la publicidad y el diseño. Como resultado, los países en desarrollo que solían basar su integración global en sus recursos naturales o mano de obra barata aplicada a la manufactura están explorando estrategias para promover sectores de servicios creativos de alta calificación. 

 

No tan rápido 

 

Pero la historia es más complicada. En el pasado, el crecimiento de la manufactura generó fuertes efectos de derrame hacia el resto de la economía, lo que llevó a mejoras en la productividad e ingresos que lograron trasladarse a los demás sectores. Además, la gran fábrica estaba asociada con empleos de alta calidad y baja informalidad, con muchos beneficios que ayudaban a los trabajadores a gestionar los riesgos domésticos a lo largo de sus vidas. 

 

¿Puede la expansión del sector creativo llevar a estas dinámicas de crecimiento equilibrado y a la mejora de las condiciones laborales? Se necesita más investigación para responder a esta pregunta. Pero, por ahora, está claro que los marcos de políticas públicas deben prestar más atención a generar efectos derrame y garantizar condiciones de trabajo justas para una cantidad  creciente de trabajadores creativos. 

 

La economía creativa seguramente será una parte central de las estrategias en desarrollo del Sur Global. Hagámosla realidad. 

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