El futuro del trabajo es… humano. Una jornada para poner los cuidados en el centro de la agenda laboral de América Latina y el Caribe

El 30 de octubre de 2025, en Ciudad de Guatemala, Sur Futuro, ATRAHDOM y Fundación Avina realizaron el encuentro “El futuro del trabajo es… humano. Las tareas de cuidados, vitales para construir el mundo laboral que viene”, en el marco del Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo. Más de 70 representantes de gobiernos, sindicatos, academia, organismos internacionales y sociedad civil participaron de una jornada que buscó tender puentes entre dos agendas estratégicas: el futuro del trabajo y las tareas de cuidados.

La jornada comenzó con un espacio de bienvenida y conversación entre participantes, seguido por la apertura institucional de Ramiro Albrieu (Co-fundador, Sur Futuro), Maritza Velásquez (Coordinadora general, ATRAHDOM) y Sindy Hernández (Coordinadora, Fundación Avina). En este primer momento se resaltó un mensaje central: en un mundo laboral transformado por la digitalización, el cambio climático y el envejecimiento poblacional, las tareas de cuidados emergen como un sector clave para entender —y construir— el futuro del trabajo en la región.

Integrar las agendas de cuidados y futuro del trabajo

La presentación de Ramiro abrió la jornada con una invitación clara: repensar el futuro del trabajo desde América Latina y el Caribe, y no desde las discusiones del Norte Global. Según explicó, las narrativas dominantes —centradas en robots, inteligencia artificial— describen solo una parte del mundo, no el que caracteriza a la mayoría de los mercados laborales de la región.

Ramiro presentó la misión de Sur Futuro justamente en esos términos: hackear las narrativas globales y construir una lectura que refleje la realidad latinoamericana. En nuestra región, el empleo se organiza mayormente en espacios presenciales, con altos niveles de informalidad, baja exposición a la automatización y fuertes desigualdades estructurales. Por eso, sectores como el de los cuidados —que casi no aparecen en las discusiones globales— son en realidad pilares del futuro laboral.

A partir de esta premisa, la keynote trazó un hilo conductor entre las grandes tendencias que transforman el trabajo —cambio tecnológico, climático, demográfico y nuevas formas de globalización— y el rol estratégico del cuidado en este escenario. En un contexto de envejecimiento acelerado, menor exposición a la IA generativa y creciente fragilidad social, los cuidados se consolidan como un sector resistente, sostenible y esencial para los mercados laborales.

Ramiro también destacó una tensión central: aunque el cuidado es un segmento estratégico para este futuro del trabajo sigue siendo uno de los sectores menos reconocidos y peor clasificados en las estadísticas laborales. Se lo etiqueta como “ocupación elemental”, cuando en realidad implica resolver problemas, gestionar emociones, tomar decisiones y coordinar tareas complejas. Esa falta de reconocimiento —advirtió— limita la formación, la certificación y, en última instancia, las oportunidades laborales del sector.

Esta mirada reducida se sostiene, en parte, por sesgos de género profundamente arraigados. Mientras a las mujeres se les atribuye “naturalmente” la responsabilidad del cuidado, ese mismo supuesto vuelve invisible la necesidad de profesionalización y de mejores condiciones de trabajo. Superar esos sesgos y reconocer el cuidado como un campo de conocimiento especializado es, para Ramiro, un paso indispensable para construir mercados laborales más modernos, justos e inclusivos.

Hacia el final, trazó una reflexión que funcionó como marco para toda la jornada: el futuro del trabajo será profundamente humano. Aunque las habilidades digitales siguen siendo relevantes, las competencias que más crecen en demanda —empatía, comunicación, adaptabilidad, resolución de problemas— son justamente las que se desarrollan en el cuidado. Por eso, concluyó, integrar las agendas de cuidados y futuro del trabajo no es una opción, sino una necesidad para construir sociedades más inclusivas, resilientes y con oportunidades reales para todos.

Un estudio pionero para hacer visible lo invisible

El segundo momento del encuentro estuvo dedicado a la presentación del estudio “Estado de situación del sector de cuidados en Guatemala, El Salvador y Honduras”, elaborado por ATRAHDOM y Sur Futuro con el apoyo de la iniciativa FutureWORKS del IDRC. El equipo —integrado por Ismael Ot Padilla, Maritza Velásquez y Amory Marroquín— presentó una investigación pionera sobre el estado de las habilidades entre trabajadoras del hogar y del cuidado en el Triángulo Norte.

El estudio —basado en casi 4.000 encuestas, además de entrevistas y grupos focales— busca “empezar a romper el bloque de hielo” y mostrar lo que permanece oculto en un sector que todavía suele ser visto como simple y homogéneo. La evidencia revela justamente lo contrario: el trabajo de cuidados comprende tareas diversas, exigentes y profundamente intensivas en conocimiento.

La investigación analiza cuatro dimensiones de habilidades: cognitivas, técnicas, relacionales y organizacionales. Los hallazgos revelan que las trabajadoras cuentan con una fuerte dotación de habilidades relacionales —interpersonales, emocionales y de comunicación—, esenciales para la calidad del cuidado. Sin embargo, estas capacidades solo se traducen en mejores oportunidades laborales cuando pueden ser reconocidas y certificadas, lo que pone de manifiesto la necesidad de mecanismos institucionales que valoren y transformen estas capacidades humanas en mejores condiciones de trabajo y remuneraciones más justas.

Al mismo tiempo, el estudio identifica brechas importantes en habilidades cognitivas y organizacionales, vinculadas a la resolución de problemas, la planificación y el liderazgo. Aunque el liderazgo no siempre implica aumentos salariales, sí es clave para la autonomía y el empoderamiento. Las habilidades cognitivas, por su parte, emergen como el principal predictor de acceso al empleo formal. Fortalecer los sistemas de formación en estas competencias —sostiene el estudio— puede ser un paso decisivo para mejorar la calidad del empleo, profesionalizar el sector de cuidados y reducir la informalidad en la región.

De la investigación a la acción: políticas para fortalecer los trabajos de cuidados

El último tramo de la jornada estuvo dedicado a un panel orientado a la acción, con la participación de Juana Sotzs (Directora general de empleo, Ministerio de Trabajo y Previsión Social de Guatemala) y Eugenia Close (Coordinadora de Empoderamiento Económico de ONU Mujeres). La conversación fue moderada por Ramiro Albrieu (Sur Futuro).

El panel partió de una premisa compartida: la evidencia es necesaria, pero no suficiente. La región necesita traducir ese conocimiento en políticas, marcos institucionales y decisiones concretas capaces de transformar un sector que será decisivo en las próximas décadas. Desde esta perspectiva, las panelistas discutieron los desafíos y oportunidades para avanzar hacia empleos de cuidado que sean protegidos, formalizados y reconocidos.

Entre los temas centrales emergió la necesidad de institucionalizar los sistemas de cuidados, que integren a políticas públicas estables, con financiamiento adecuado y estándares de calidad. También se destacó la importancia de fortalecer los mecanismos de certificación, profesionalizar los saberes del sector y ampliar las rutas de formación para mejorar las condiciones laborales y la movilidad económica de las trabajadoras.

Las panelistas subrayaron, además, que avanzar en esta agenda requiere articulación entre gobiernos, organizaciones sociales, sindicatos y organismos internacionales. El cuidado no es solo un tema social: es un pilar del desarrollo económico y un factor clave para la inclusión laboral y la igualdad de género en América Latina y el Caribe.

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Estado de situación del sector de cuidados en Guatemala, El Salvador y Honduras.